Sistemas de detección de incendios
Historia de la detección de incendios:
En 1666, en la ciudad británica de Londres, a causa del gran incendio, se adoptó un ‘código completo de regulaciones sobre edificios’, mediante el cual se intentó prevenir las posibles causas que causaron la catástrofe. Fue a partir de ese momento, cuando surgieron los primeros detectores contra incendios; estos fueron utilizando los avances tecnológicos del momento para evolucionar y convertirse en los elementos que conocemos actualmente.
Debido a las limitaciones tecnológicas de la época, los primeros detectores fueron térmicos. En 1725, Pieter Von Musschenbroek elaboró el primer detector de temperatura fija, este estaba basado en un pirómetro y activaba la alarma de forma mecánica.
Años más tarde, en 1863, Alexander Ross construía el primer detector térmico eléctrico de Estados Unidos, este consistía en un fusible que se fundía a una temperatura determinada para dar la alarma de fuego.
En 1940-1950 que se comercializaron los primeros detectores de humo, esto supuso un gran avance en la detección de incendios, ya que el foco del incendio se podía detectar con mucha más antelación que con la tecnología térmica. Estos primeros detectores estaban basados en una fuente radiactiva, normalmente americio-241, situada entre dos placas metálicas polarizadas. Cuando las partículas alfa emitidas por la fuente chocan contra las partículas de aire, estas se ionizan y son atraídas por las placas metálicas, generando una corriente eléctrica medible. Si existen partículas de humo entre las placas, se produce una disminución de la corriente, que tras sobrepasar un cierto umbral se interpreta como una alarma.
Durante los años 1960-1970 surgen los primeros detectores de humo ópticos. Estos se basan en el efecto descubierto por John Tyndall en 1869, que explica el fenómeno de la dispersión de la luz al atravesar un medio que contiene partículas en suspensión (como es el caso del humo). El desfase entre el descubrimiento del efecto Tyndall y la aparición de los primeros detectores de humo ópticos, fue ocasionado por las barreras tecnológicas de la época. También aparecen en este periodo detectores de llama basados en la radiación ultravioleta.
A partir de 1970, los sistemas de detección de incendio se nutren de los avances tecnológicos del sector de la microelectrónica para mejorar su funcionalidad y fiabilidad, especialmente después del año 1980 con la aparición de los primeros microcontroladores.
Funcionamiento del sistema de detección de incendios:
Un sistema de detección de incendios lo conforma el conjunto de elementos, equipos y sistemas instalados para asegurar el conocimiento precoz de un incendio en sus inicios posibilitando una intervención rápida y eficaz.
Por tanto, la función de un sistema de detección automática de incendios es la de descubrir el foco en el tiempo más corto posible y dar la alarma para que puedan tomarse todas las medidas apropiadas, como evacuación del recinto, llamada a servicios de intervención, activación automática de los sistemas de extinción, etc.
El sistema de detección de incendios básicamente consiste en:
- Equipos que envían señales: Una serie de detectores de incendio y pulsadores manuales, distribuidos por toda la instalación, capaces de señalar la presencia de un incendio en su estado inicial.
- Equipos que reciben señales. El sistema de aviso de alarma será acústico u óptico, como sirenas y/o altavoces, y permitirá la transmisión/recepción de alarmas locales y de alarma general. Asociados al sistema de detección, también reciben señales otros equipos como puertas cortafuego, exutorios de humos, repetidores, etc.
- Equipos de control. Central de detección automática donde se centralizan las alarmas y donde reside toda la lógica de funcionamiento, por la cual se llevan a cabo una serie de acciones preventivas programadas en caso de emergencia.
Existen 2 tipos principales de sistemas de detección de incendios, los analógicos y los convencionales.
Los sistemas convencionales distribuyen los detectores en zonas, definidas mediante el tendido de cableado, en las que no es posible identificar individualmente a los detectores asociados a ellas. El recurso de indicadores de acción asociados a cada detector o grupo de ellos exige la supervisión personal como único medio de localizar exactamente el punto de alarma de incendio
Los sistemas de detección de incendios analógicos distribuyen sus equipos en lazos o bucles, disponen de identificación puntual de la alarma y de evaluación analógica de la zona protegida. Además, permiten actuaciones como: evaluar el nivel ambiental, programar desde la central los valores en cada detector, comunicación bidireccional, mantenimiento desde la misma central, etc.
Dentro de los dos principales sistemas indicados anteriormente existen diversos modelos de detectores de incendios y pueden clasificarse de la siguiente manera:
Por su emplazamiento:
Detectores puntuales.
Detectores lineales.
Detectores de área abierta.
Detectores por aspiración.
Por el fenómeno físico detectado:
Detectores de calor o temperatura.
– Temperatura Fija
– Termovelocimetros
–Combinados
-Compensados
Detectores de humo.
-Ionización
– Fotoeléctricos (óptico) por dispersión de luz
-Fotoeléctricos (óptico) por oscurecimiento.
– Barreras lineales
– Detectores por aspiración
Detectores de llama.
– Infrarrojos (IR)
-Ultravioletas (UV)
-Combinados ultravioletas/infrarrojos (UV/IR).
-Combinados infrarrojos/infrarrojos (IR/IR)
-Combinado triple canal infrarrojos (IR3)
-Mediante camara CCTV
Detectores de chispa.
Detectores de explosión.
Detectores de Multisensores.
