Un Sistema Analógico Incendios se caracteriza porque cada elemento del sistema se puede tratar de manera individualizada. Podemos identificarlos, saber su estado, programar umbrales de respuesta, asociar maniobras entre ellos y muchas más cosas
Al contrario que en un sistema convencional, que si se produce una alarma podemos ver que zona es, pero no el equipo concreto, cada elemento del sistema analógico lleva una dirección única, por lo que si se produce una alarma en la instalación podemos saber exactamente cual es el equipo que la ha producido.
El lazo, es el cableado por el que discurre los equipos analógicos. Se trata de un anillo cerrado de cableado que empieza en la central y acaba en la misma. Esto se debe a la seguridad del sistema, es decir, si se produce una avería en algún punto del cableado, el sistema debe ser capaz de alimentar a todos los equipos y al ser un anillo cerrado, puede recibir alimentación por los dos lados.
Sus componentes básicos son los mismos que en la detección convencional, con la excepción de que estos últimos son direccionables. Además existen otra serie de elementos llamados módulos, que no es posible su instalación en un sistema convencional. Un ejemplo de ellos son los siguientes:
Módulo de entrada: es un equipo que se utiliza para recibir una señal de otro dispositivo tal como una válvula de corte, una compuerta caída, etc. Estas salidas pueden ser supervisadas mediante una resistencia para verificar constantemente el cableado.
Módulo de salida: este equipo sirve para realizar una maniobra determinada tal como una activación de un exutorio, una cortina de humos, un extractor, etc.
Módulo de zona: este equipo sirve para poder instalar detectores convencionales en una instalación analógica. Esto se usa para poder tener más detectores que los que admite la central, ya que un módulo de zona puede contener hasta 32 detectores y ocupa una sola dirección en el lazo. Se instala por ejemplo en los locales de los centros comerciales, siendo el sistema analógico del centro comercial el que lo controla.
En definitiva un sistema analógico ofrece muchas más posibilidades que un sistema convencional ya que se pueden hacer innumerables maniobras para poder adecuar el sistema lo más posible a las necesidades de cada instalación.
